Terror infinito: una reunión externa con empresarios en multitud???
Cerca de 300 personas disfrazadas, con máscaras de sonrisas sobrecargadas,
cuestionandome todo... ya me veo conviviendo, "sonriendo", fingiendo interés, sorprendiéndome de encontrar un caso donde el interés sea genuino!... y es que los protocolos me resultan
angustiantes!
Empezando por que cambiar mi camino matutino en esta ciudad es terrible, andar en rumbos en donde desconozco el conflicto vial cotidiano significa que tengo que tomar precauciones y salir hasta 40 minutos antes por aquello de los imprevistos.
Y cuando pensaba que había logrado llegar en un tiempo razonable y sin
sorprecitas, la realidad me mostró su lado no amigable...
Recepcionista: Segura que viene de la SE?
Carimy: (
moi: segura??? Que pedo, a caso me conoce y sabe de la eterna inseguridad que me acompaña???)... pues sí, ahí es donde trabajo...
Recepcionista: oh! si, seguro hay un error,
permítame un momento, en seguida vuelvo con su gafete...
Carimy: (
moi: ojala y no encuentre nada para poder huir de aquí... que no me encuentre a nadie!!!)
Recepcionista: Oh... perdón, es que usted está registrada en la otra lista, en la de invitados... en un momento le entregamos el equipo que ocupará...
Carimy: Gracias... mientras que lo preparan iré al tocador... (
moi: y ahora tienes que temerle a las palabras???...
dile la neta, voy al baño... me urge ir al baño, seguro ella también tiene ese tipo de necesidades no?, ni que fuera
Batichica o la Mujer Maravilla).
Y sigue el ritual de ir a un baño público, el peor de todos desde que era adolescente... y es que, no se cual es gen que falta en mi cadena de cromosomas femeninos, la cosa es que antes hasta mirarme en el espejo me daba pena y mejor ni lo intentaba... ahora lo hago, aunque me sigo cohibiendo, de verdad me resulta una pesadilla ir al baño y ver chicas admirándose y
examinándose cada uno de los poros de la cara en el espejo del baño y yo que no hallo mucho que mirarme, veo como todas hacen de la simple actividad de maquillarse toda una ceremonia, y se miran y se admiran unas a otras, mientras yo me siento intrusa.
Chica 1: Te ves
guapísima!!!!
Chica 2:
Ah, gracias, la verdad es que siento que la blusa no la arreglaron bien, por que al costado se frunce...
Carimy: (
moi: se frunce???? Como el entrecejo????...
ahhhhh...
lavate las manos rápido, no mires el espejo más de tres segundos... no vaya a ser que encuentres que toda tu ropa está fruncida... igual que tu entrecejo!)
Chica 1: No, todo está bien, te digo que te ves
super bien... y el maquillaje ni se diga... no sabes, yo tengo que hacer toda una lucha para que se vea bien el rubor!
Chica 2:
Ah, pues si quieres yo te lo pongo...
Chica 1: en serio??? Gracias
Carimy: (
moi:
mta... rubor?... lucha?... complicación?... no manches!)
Y entonces pienso si tendrá sentido toda esa curiosidad que los hombres sienten por saber lo que sucede en el baño de mujeres o aquella otra por saber de los artículos que las chicas cargan en sus bolsas???
Y después de todo ese tratado dictado por la Chica 2 en torno a la compra de un rubor, no puedo evitar pensar en las conversaciones del Bolo y el
Capi, todas llenas de
barbajanerias... como si yo no estuviera!
Antes era cotidiano sonrojarme y en automático salía la suplica por que detuvieran sus descripciones que consideraba que estaban por demás e incluso algunas de ellas calificaban como escatológicas... me llenaba de pena!!! y ellos al notarlo con más entusiasmo contaban de sus estilos para eructar y estrategias para tratar de disimular sus pedos liberados en "sociedad".
Y es que, era tan vergonzoso cuando el Negro hablaba de su gusto por practicar la "del afilador" con su chica o cuando se acababan las fiestas y me explicaba que lo que seguía era un "
taka taka" y a dormir... y el Bolo intentando enseñarme a adquirir un estilo para escupir el chicle o
cambiándose de pantalón sin ningún pudor estando yo ahí o esa última
contándome de su necesidad por comprar
chones tratando de convencerme para acompañarlo a ir por ellos... y el
Capi, con su eterno eructo atorado
ansioso por presumirlo o ese relato de usar
chones como si fueran máscaras de luchador... a lo que yo sólo atino ahora decir: esa es demasiada información!
Y hablo en pasado de lo vergonzoso, por que lo peor es que ahora ya estoy acostumbrándome a toda esa información, lo descubrí la semana pasada (un día antes de ese viaje a la dimensión privada que se vive en el baño de las chicas), cuando el
Boliux me dijo "tengo que ir a mear", y yo ya sin sorprenderme de su comentario tan específico, sólo atine a decirle sin ningún reproche: "anda ve, te espero".
Entonces, ya siento más incomodidad ante los comentarios de vanidad femenina que los soeces hechos por los "
compas"?
No lo se, lo que si me queda claro es que resulta más divertido platicar de la anécdota del pobre al que se le salió un pedo en el gimnasio en la cara de la
chava que le gustaba, que conversar de aquel rubor que la Chica 2 compró en el Palacio de Hierro.
Sí, me gusta estar con piratas!... será por que no soy princesa?