Mis tres últimos fines de semana han sido cósmicos:
1) La belleza de la música hizo que los trocitos casi pulverizados y cristalizados del corazón flotaran en medio de un eclipse y del espacio que se ve entre los anillos de Saturno y la luna.
2) En medio de las risas y la tristeza se apareció una estrella fugaz que iluminó la noche en la playa con la promesa de que todo estará mejor.
3) Antes de tomar el camino a Amecameca una estrella real instaló una sonrisita de alegría entre de tantos cielos oscuros y fríos!
4) Parece que efectivamente, el cielo de octubre siempre me abraza y me consiente... y como todavía le quedan algunos días al mes y tiendo a ser intensa: sigo esperando que se acaben los eclipses y la luna regrese a su estado menguante.
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