Imagen: "Young woman bein kissed on cheek" de Darren Greenwood, editada por Rioux
Alguna vez leí que la palabra es el primer contacto erótico, y creo totalmente en ello. Eso me lleva a pensar el Cantar de los Cantares de Salomón:
(...) Y tus palabras como vino generoso
Alguna vez leí que la palabra es el primer contacto erótico, y creo totalmente en ello. Eso me lleva a pensar el Cantar de los Cantares de Salomón:
(...) Y tus palabras como vino generoso
que deleita suavemente mi paladar,
y fluye sobre mis labios y entre mis
dientes.
Él y nuestras conversaciones... no paraba de imaginar nuestra primera charla mirandonos a los ojos, con las miradas verdes dilatadas... de ahí la frase que me recuerda ahora a él: "... aparta de mi tus ojos porque me fascinan...".
No puedo evitar evocarle con ella, encontrarme en su mirada era encontrar la posibilidad de catástrofe, su miedo... el mío... su curiosidad... la mía. Por eso, ahora entiendo que es mejor evitar encontrarnos de frente... por que a pesar del eterno silencio, las miradas nos delatan.
La casualidad, la curiosidad... lo que haya sido, nos llevo a ese instante... que contextualizaria perfecto un párrafo inicial de "El amor medieval" de Carmina Burana:
(...) Lasciva, de atractiva sonrisa, lleva tras sí
todas las miradas; los labios amorosos,
gordezuelos pero bien delineados, causan un
extravío suavísimo y destilan una dulzura,
como la miel más fina, cuando besan,
como para hacerme olvidar, más de una vez,
que soy mortal...
(...) Ver, hablar, tocar, besar, la moza me había
otorgado gozarlo; pero aún distaba
la última y mejor meta del amor.
Me convence la idea entonces de que, los besos enamoran... y luego se convierten en memoria.
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