Contaba con 26 años, cuando en 1889 encontró la inspiración en la leyenda hindú de Sakuntala, de acuerdo con la que, en el Nirvana después de haber sido separados en la tierra el Rey y su esposa Sakuntala se reencuentran con un beso en la quietud de la eternidad... el tiempo se encargaría de nombrar esa pieza escultórica "El abandono", símbolo de la ausencia y la ruptura terrenal.
De acuerdo con Blachot, dicha obra fue una respuesta a la pieza "El beso" realizada por su amante, Auguste Rodin.
Ese es uno de los pasajes que explican la inspiración de Camille Claudel (1864 a 1943) para "El abandono"... Quién diría después, que ella misma podría ser ejemplo del titulo de aquella obra plagada de tanta nostalgia?
Camille ha sido generalmente nombrada en la luz pública como la amante de Rodin y la hermana del escritor Paul Claudel. Como muchas otras mujeres creadoras ha sido opacada por la sombra de su compañero sentimental y ha sido usurpada de ser vista como la gran artista y personaje que fue por si misma. De acuerdo a conocedores, Camille Claudel fue quien revolucionó la expresión escultórica de fines del siglo XIX.
De acuerdo con Rosa Montero, Camille fue Camille antes de que Rodin entrara a su vida, ya que comenzó a esculpir en arcilla a la edad de 12 años sorprendiendo a artistas locales, entre ellos Alfred Boucher quien la presentó con el director de Bellas Artes, que al ver su obra preguntó si había tomado clases con Rodin, en ese entonces ella no conocía ese nombre.
Camille nació en Villeneuve (Francia) en medio de una burguesía provinciana, en una época aún muy conservadora. Cuando ella llegó a París en 1881 las mujeres no podían estudiar en la Escuela de Bellas Artes, por lo que se inscribió en la academia Colarossi y rentó un estudio con otras escultoras inglesas. Entre 1882 y 1883 tiene su primer encuentro con Rodin deslumbrándolo con su obra, ya que sus figuras estaban dotadas de movimiento y emoción (ella tenía apenas 20 años y él 44, era casado y ya era un artista reconocido y protegido por la Academia Francesa), en 1884 Camille comienza a trabajar como ayudante de Rodin en el estudio.
A partir de ese momento y durante casi quince años vive junto a Rodin una relación conflictiva con constantes interrupciones y crisis. Fue en medio de esta relación turbulenta que estudió, trabajó, militó y amó (se dice que quedó embarazada en más de dos ocasiones, desconociéndose el desenlace de dichas gestaciones); Ilan Semo señala que si bien las primeras piezas de Camille llevan el sello del estilo de Rodin, las obras consagradas de Rodin llevan el sello inconfundible de la mirada de Camille... quien esculpe cuerpos que son zonas del desgarramiento y la devastación: un espejo de su alma.
Otros autores, señalan que los años en los que Camille estuvo con Rodin, fueron los más prolíficos de la obra de él, encontrándose obras similares entre ambos artistas y sin saber quien copiaba a quien. También se sabe que Camille durante mucho tiempo permitió que Rodin firmara sus obras e incluso, a diferencia de él, ella esculpía perfectamente en mármol, por lo que se considera que indudablemente las obras en dicho material firmadas por él habrían pasado por las manos de ella.
En 1898, Camille decidió terminar su relación con Rodin, iniciando su carrera artística sola, aislándose cada vez más. A pesar de que participó en varias exposiciones de galerías importantes su situación económica se complicó (de hecho se dice que no hay pruebas de que durante los años de trabajo al lado de Rodin haya recibido un sueldo fijo, ni como escultora ni como modelo).
A partir de 1905, comenzó a tener problemas con las galerías al no entregar los trabajos, ya que una vez que terminaba sus obras, las destruía a martillazos, lo que se consideró una muestra de alteraciones mentales de paranoia ya que insistía con que Rodin la quería destruir y por ello la perseguía.
Días después de la muerte de su padre (quien en oposición de su madre siempre la apoyó), en 1913 es internada a la fuerza en el psiquiátrico de Ville-Evrard. En 1915 es trasladada a Montdevergues, un manicomio más alejado de París, de ahí ya no salió jamás, a pesar de sus suplicas pasó 30 años encerrada hasta su muerte en 1943.
Durante esos treinta años, primero suplicaría que la sacaran, luego que la trasladaran a otro hospital en París para estar cerca de los suyos... al final, sólo pedía que la visitaran, ni su madre ni su hermana la visitaron nunca, de hecho se sabe que en 1920, el director del psiquiátrico diagnosticó que sus delirios estaban controlados y podía ensayarse una salida del manicomio, pero su madre se negó, entonces el médico propuso su traslado a París para que ella estuviera cerca de sus amigos y familiares, a lo que también se opuso su madre.
Rosa Montero, rescata una frase tristísima que Camille escribió a un amigo en esa época: "He caído en el abismo, del sueño que fue mi vida... esto es la pesadilla".
Notas:
El retrato de Camille Claudel es obra de Charles Hobson
Ilan Semo, Camille Claudel, en La jornada, 9 de mayo de 1997.
Rosa Montero, Camille Claudel. Sueños y pesadillas, en Historias de Mujeres, ed. Punto de lectura, 4a edición, septiembre de 2005, España, págs. 243-257.
De acuerdo con Blachot, dicha obra fue una respuesta a la pieza "El beso" realizada por su amante, Auguste Rodin.
Ese es uno de los pasajes que explican la inspiración de Camille Claudel (1864 a 1943) para "El abandono"... Quién diría después, que ella misma podría ser ejemplo del titulo de aquella obra plagada de tanta nostalgia?
Camille ha sido generalmente nombrada en la luz pública como la amante de Rodin y la hermana del escritor Paul Claudel. Como muchas otras mujeres creadoras ha sido opacada por la sombra de su compañero sentimental y ha sido usurpada de ser vista como la gran artista y personaje que fue por si misma. De acuerdo a conocedores, Camille Claudel fue quien revolucionó la expresión escultórica de fines del siglo XIX.
De acuerdo con Rosa Montero, Camille fue Camille antes de que Rodin entrara a su vida, ya que comenzó a esculpir en arcilla a la edad de 12 años sorprendiendo a artistas locales, entre ellos Alfred Boucher quien la presentó con el director de Bellas Artes, que al ver su obra preguntó si había tomado clases con Rodin, en ese entonces ella no conocía ese nombre.
Camille nació en Villeneuve (Francia) en medio de una burguesía provinciana, en una época aún muy conservadora. Cuando ella llegó a París en 1881 las mujeres no podían estudiar en la Escuela de Bellas Artes, por lo que se inscribió en la academia Colarossi y rentó un estudio con otras escultoras inglesas. Entre 1882 y 1883 tiene su primer encuentro con Rodin deslumbrándolo con su obra, ya que sus figuras estaban dotadas de movimiento y emoción (ella tenía apenas 20 años y él 44, era casado y ya era un artista reconocido y protegido por la Academia Francesa), en 1884 Camille comienza a trabajar como ayudante de Rodin en el estudio.
A partir de ese momento y durante casi quince años vive junto a Rodin una relación conflictiva con constantes interrupciones y crisis. Fue en medio de esta relación turbulenta que estudió, trabajó, militó y amó (se dice que quedó embarazada en más de dos ocasiones, desconociéndose el desenlace de dichas gestaciones); Ilan Semo señala que si bien las primeras piezas de Camille llevan el sello del estilo de Rodin, las obras consagradas de Rodin llevan el sello inconfundible de la mirada de Camille... quien esculpe cuerpos que son zonas del desgarramiento y la devastación: un espejo de su alma.
Otros autores, señalan que los años en los que Camille estuvo con Rodin, fueron los más prolíficos de la obra de él, encontrándose obras similares entre ambos artistas y sin saber quien copiaba a quien. También se sabe que Camille durante mucho tiempo permitió que Rodin firmara sus obras e incluso, a diferencia de él, ella esculpía perfectamente en mármol, por lo que se considera que indudablemente las obras en dicho material firmadas por él habrían pasado por las manos de ella.
En 1898, Camille decidió terminar su relación con Rodin, iniciando su carrera artística sola, aislándose cada vez más. A pesar de que participó en varias exposiciones de galerías importantes su situación económica se complicó (de hecho se dice que no hay pruebas de que durante los años de trabajo al lado de Rodin haya recibido un sueldo fijo, ni como escultora ni como modelo).
A partir de 1905, comenzó a tener problemas con las galerías al no entregar los trabajos, ya que una vez que terminaba sus obras, las destruía a martillazos, lo que se consideró una muestra de alteraciones mentales de paranoia ya que insistía con que Rodin la quería destruir y por ello la perseguía.
Días después de la muerte de su padre (quien en oposición de su madre siempre la apoyó), en 1913 es internada a la fuerza en el psiquiátrico de Ville-Evrard. En 1915 es trasladada a Montdevergues, un manicomio más alejado de París, de ahí ya no salió jamás, a pesar de sus suplicas pasó 30 años encerrada hasta su muerte en 1943.
Durante esos treinta años, primero suplicaría que la sacaran, luego que la trasladaran a otro hospital en París para estar cerca de los suyos... al final, sólo pedía que la visitaran, ni su madre ni su hermana la visitaron nunca, de hecho se sabe que en 1920, el director del psiquiátrico diagnosticó que sus delirios estaban controlados y podía ensayarse una salida del manicomio, pero su madre se negó, entonces el médico propuso su traslado a París para que ella estuviera cerca de sus amigos y familiares, a lo que también se opuso su madre.
Rosa Montero, rescata una frase tristísima que Camille escribió a un amigo en esa época: "He caído en el abismo, del sueño que fue mi vida... esto es la pesadilla".
Notas:
El retrato de Camille Claudel es obra de Charles Hobson
Ilan Semo, Camille Claudel, en La jornada, 9 de mayo de 1997.
Rosa Montero, Camille Claudel. Sueños y pesadillas, en Historias de Mujeres, ed. Punto de lectura, 4a edición, septiembre de 2005, España, págs. 243-257.
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