Llegó el viernes, me comían las ansias por verla y aunque si tuve oportunidad de estar con ella, fue hasta el día siguiente cuando pudimos hablar de todo este tiempo y decirle cuanto la he echado de menos, platicamos de su regreso, de como se ve y se siente, de los cambios que hemos experimentado ambas, de las alegrías y las tristezas... de la incertidumbre del futuro, de lo extraño que ha sido todo...
de nuestras transiciones (sobre todo las de ella), y de como el cariño sigue aquí!
Bienvenida Ana!
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