diciembre 09, 2005

Tan cerca... tan lejos!

Ja!... ayer por la noche platicando con una amiga, hablabamos de que las posibilidades de una casualidad son infinitas, y que al final, lo complicado no es tanto la casualidad, sino que resulte en una posibilidad fuertemente esperada o deseada por quien la experimenta.
Mientras que hablabamos de ello, ambas referíamos nuestras posibilidades ante los anhelos que ahora cada una tenemos... aprovechando un breve silencio en el auto (derivado de la concentración que aún tengo que invertir en las colonias en las que no estoy familiarizada con su transito local), mientras íbamos por Alfonso Reyes, genere un flash sobre el hecho de que la casualidad que me gustaría que surgiera en breve y la posibilidad especifica de ella se encontraban (geográficamente) en ese instante a metros del punto en que mi amiga y yo estábamos... sin saber, que a la misma hora, también a metros de ese punto, se podría haber generado otra muy grata casualidad de haber aceptado tomar un café en x lugar al que Liliana quería ir y al que yo me negué.

En fin... hay momentos en que la casualidad y su posibilidad se niegan a surgir por generación espontánea, y creo que por ello nos debemos de ocupar creando nuestra propia realidad.

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