Este se equivocó al permitir durante tiempos electorales el descarado activismo del presidente de la República, Vicente Fox, en favor de "los suyos" y contra de su opositor, la propaganda negativa del PAN y la injerencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Este se equivocó al dar como válidas las elecciones del 2 de julio a pesar de considerar que las declaraciones de Vicente Fox, constituyeron un riesgo para la validez de la elección y no escuchar la petición ciudadana por el recuento de la totalidad de los votos.
Este se equivocó en las decisiones que tomó tanto en su campaña electoral como en los tiempos postelectorales, pasando la factura a la débil izquierda mexicana y a los ciudadanos sin considerar que fueron sus propias decisiones las que lo llevaron al punto en el que se encuentra ahora, con una imagen condenada nacional e internacionalmente.
Este otro se equivocó al emitir un simple y pobre pronunciamiento en pro de acatar la resolución del Tribunal lo que, tal vez, se justifique en términos jurídicos pero no políticos ni sociales ya que no será suficiente para motivar la "reconciliación" que tanto ha solicitado desde que fue nombrado presidente electo de México.
Los ciudadanos nos equivocamos al considerarnos de un bando u otro, golpeando a la verdadera democracia al no aceptar desde ninguno de los dos extremos la crítica y la exposición de ideas distintas a las propias, al no exigir un recuento ciudadano, sin extremos, sin divisiones, sin fanatismos absurdos, sólo por el bien de todos, en pro de la transparencia y sobre todo: por el derecho del saber! y no terminar viviendo el gobierno a capricho de ninguno de esos dos... ni que se tratara de votando por un sueño!Nota aclaratoria: sigo pensando que cualquiera de las dos opciones es nefasta y que, en realidad no había elección el 2 de julio.
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