Durante mucho tiempo se creyó que las estrellas eran enormes bolas de fuego perpetuo.
Después de muchos años de estudio, hoy en día se sabe que la vida de las estrellas está regida por distintos tipos de reacciones nucleares y por cómo las estrellas reaccionam ante los cambios que en ellas se producen al variar su temperatura y composición internas.
Por ello, la evolución estelar puede describirse como una batalla entre dos fuerzas: la gravitatoria, que a partir de una nube de gas desde la formación de una estrella tiende a comprimirla y a conducirla al colapso gravitatorio, y la nuclear, que tiende a oponerse a esa contracción generando energía por medio de reacciones nucleares.
Y no es que me sienta tan especial como una estrella, sin embargo mientras la fuerza gravitatoria de mi entorno me encamina en una "evolución" de la que aún desconozco el sentido y que, lógicamente termina por imponerse a mi energía interna, esta última de forma natural y contrastante trata de oponerse a la trayectoria de la primera.
Supongo que el tiempo será quien decidirá (en mi caso), cual de ambos procesos es más que el otro... al menos mientras yo permito que ambos coexistan en mi realidad!
Después de muchos años de estudio, hoy en día se sabe que la vida de las estrellas está regida por distintos tipos de reacciones nucleares y por cómo las estrellas reaccionam ante los cambios que en ellas se producen al variar su temperatura y composición internas.
Por ello, la evolución estelar puede describirse como una batalla entre dos fuerzas: la gravitatoria, que a partir de una nube de gas desde la formación de una estrella tiende a comprimirla y a conducirla al colapso gravitatorio, y la nuclear, que tiende a oponerse a esa contracción generando energía por medio de reacciones nucleares.
Y no es que me sienta tan especial como una estrella, sin embargo mientras la fuerza gravitatoria de mi entorno me encamina en una "evolución" de la que aún desconozco el sentido y que, lógicamente termina por imponerse a mi energía interna, esta última de forma natural y contrastante trata de oponerse a la trayectoria de la primera.
Supongo que el tiempo será quien decidirá (en mi caso), cual de ambos procesos es más que el otro... al menos mientras yo permito que ambos coexistan en mi realidad!