junio 30, 2011

Los boabs



Ilustración "Boabs" del Principito




(...) En efecto, en el planeta del principito había, como en todos los planetas, hierbas buenas y hierbas malas. Por consiguiente, de buenas semillas salían buenas hierbas y de las semillas malas, hierbas malas. Pero las semillas son invisibles; duermen en el secreto de la tierra, hasta que un buen día una de ellas tiene la fantasía de despertarse. Entonces se alarga extendiendo hacia el sol, primero tímidamente, una encantadora ramita inofensiva. Si se trata de una ramita de rábano o de rosal, se la puede dejar que crezca como quiera. Pero si se trata de una mala hierba, es preciso arrancarla inmediatamente en cuanto uno ha sabido reconocerla. En el planeta del principito había semillas terribles… como las semillas del baobab. El suelo del planeta está infestado de ellas. Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar.


Antoine de Saint-Exupéry
El Principito


... y no sé, con tantas cosas que suceden a mi al rededor y a las cuales no me resigno, de repente siento como que mi corazón se está llenando de boabs... y luego siento que no, que en realidad ha faltado que las cosas no han sido recíprocas... tal vez, no hay ningún boab... ojala, ojala!





junio 29, 2011

Sputnik, mi amor...




Fotografía "Girls accesories" de Brokee Fasani




(...) Tengo la cabeza atiborrada de cosas que quiero escribir. Como un granero atestado de cualquier manera... Imágenes, escenas, retazos de palabras, figuras humanas... Están llenos de vida dentro de mi cabeza, lanzando destellos cegadores. Y oigo cómo gritan:<<¡Escribe!>>. Pienso que de ahí tendría que surgir una gran historia. Tengo la impresión de que van a conducirme a algún lugar nuevo. Pero, llegado el momento, cuando me siento frente a la mesa e intento traducirlos en palabras, me doy cuenta de que se pierde algo vital. El cuarzo no cristaliza, todo queda en pedruscos. Y yo no llego a ninguna parte.



(...) Quizá, de base, me falte algo. Algo imprescindible que debe de tener todo escritor.



Haruki Murakami

Sputnik, mi amor